El presidente de Paraguay echa un balde de agua fría al pacto UE-Mercosur: «Rechazamos los prejuicios europeos, el acuerdo podría no firmarse este año»

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El presidente de Paraguay, Santiago Peña, advirtió de que el acuerdo de asociación estratégica entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur podría no firmarse este año por los «prejuicios» que tiene Europa con su país.

«Con la Unión Europea no estamos avanzando, esa es la realidad. Podría ser que no se firme este año», dijo Peña durante una entrevista con EL MUNDO en la ciudad argentina de Mar del Plata, donde se presentó al margen del coloquio de la organización empresarial IDEA.

«Yo tuve una reunión con Ursula von der Leyen en Nueva York, en la cumbre de Naciones Unidas, donde le expliqué la muy firme posición de Paraguay. Algunos países de la región dicen que estamos cerca, que Paraguay tiene que ceder. Nosotros estamos abiertos para poner de nosotros, pero no para ceder en cosas que para nosotros son irrenunciables. No estamos hoy en una situación de firmar esto en diciembre».

Las declaraciones de Peña son un balde de agua fría sobre las expectativas de la UE y de los gobiernos de Brasilia y Buenos Aires, los principales impulsores hoy del acuerdo de asociación estratégica, que lleva más de un cuarto de siglo de negociaciones.

Paraguay, la menor economía de las cuatro que con Brasil, Argentina y Uruguay completan el Mercosur, se siente ofendido por lo que define como «prejuicios» europeos.

«Hay prejuicios hacia Mercosur en general y hacia Paraguay en particular. Se dice que los paraguayos no valoramos al medio ambiente, que los paraguayos no tenemos instituciones fuertes. Y esos prejuicios parten del desconocimiento».

«Paraguay no está dispuesto a renunciar a principios fundamentales. El reconocimiento de las instituciones, principalmente aquellas vinculadas a la certificación sanitaria y animal, son irrenunciables. Paraguay reivindica su matriz productiva, su equilibrio del desarrollo productivo en armonía con el medio ambiente y Paraguay rechaza los prejuicios».

Peña, que en la noche de este jueves voló desde Mar del Plata a Montevideo para reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou, pone así un freno, ya se verá si fuerte o solo como táctica negociadora de último momento, al entusiasmo que hay en la UE y en los gobiernos de Brasil y Argentina por cerrar el acuerdo.

El presidente argentino, Javier Milei, que se presenta este viernes en el coloquio de IDEA, se ha convertido, como decidido impulsor del acuerdo, en uno de los mejores aliados de la UE.

«La idea es presentar el acuerdo en noviembre, durante la Cumbre del G20, o en diciembre en una Cumbre de presidentes en Uruguay», señalaron a EL MUNDO en Buenos Aires fuentes de acceso directo a la negociación.

En los últimos días, Milei mantuvo reuniones clave para hacer avanzar el acuerdo, firmado en 2019 pero congelado por objeciones de Francia y Austria, primero, y luego de Brasil y Argentina. Milei recibió durante una hora en la Casa Rosada a Amador Sánchez Rico, embajador de la UE en Argentina, al que le pidió colaboración para organizar una Cumbre de empresas europeas en Argentina. En esos días, Milei se reunió con von der Leyen, al margen de la asamblea general de la ONU en Nueva York.

El pasado lunes se conoció en Brasilia que Milei aceptó la invitación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para participar el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro en la Cumbre del G20. Milei, que asistió al G7 en junio invitado por la premier italiana, Giorgia Meloni, desairó a sus colegas del Mercosur en agosto al no presentarse en la Cumbre de Asunción.

Lo que se juega la tercera economía de América Latina con el acuerdo con la UE, sin embargo, es demasiado importante como para que Milei anteponga su ideología y su enfrentamiento político y personal con Lula. El presidente argentino, de excelente relación con Peña, seguramente intentará convencer a su homólogo de firmar el acuerdo este año, algo de lo que sin dudas se ocupará también Lula, que busca ser anfitrión de un G20 brillante.

«El acuerdo va bien», había asegurado esta semana a EL MUNDO una fuente europea que sigue la negociación. «Tras las objeciones presentadas, este acuerdo es la revisión del aprobado en 2019. Y una vez que se apruebe, será necesaria la ratificación de los Parlamentos, aunque en ciertos aspectos el acuerdo puede comenzar a marchar provisionalmente».

La semana pasada, delegaciones del Mercosur y de la UE se reunieron en Brasilia para avanzar en los detalles finales de la negociación. El hecho de que Argentina fuera en estos días el único país del G20 que no apoyó una declaración sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres fue encapsulado: el Palacio de Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña, no lo tomó como un desaire, sino como una continuidad de la política exterior crítica del sistema de Naciones Unidas en la que insiste Milei. El acuerdo entre la UE y el Mercosur bien justifica mirar hacia otro lado por unas semanas.

Según «La Nación», Milei tiene los mismos deseos que Lula de cerrar el acuerdo: «‘Vamos a avanzar con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea y si hay que ceder, aún en alguna cuestión sensible, como temas vinculados con el sector agrícola, estoy dispuesto a hacerlo. No podemos quedar aislados’, le ha dicho Milei a algunos interlocutores de su confianza en las últimas dos semanas».

Peña aseguró a EL MUNDO en Mar del Plata que «Paraguay quiere el acuerdo con la Unión Europea» y apoya a «Brasil, que es el principal negociador».

«Nosotros queremos un acuerdo de libre comercio. Creo que este acuerdo le beneficia más a Europa de lo que le beneficia a los países del Mercosur. Pero somos una región que quiere integrarse. Lo demostramos firmando un acuerdo con Singapur en diciembre del año pasado. Y vamos a firmar en la reunión del G20 un acuerdo de libre comercio con los Emiratos Árabes Unidos. Estamos demostrando que nosotros avanzamos».

Moha.es